21 abril 2014

Libertad de expresión contra la desinformación terrorista


Ahora continuaremos con el tema de la libertad de expresión contra la desinformación peligrosa o terrorista. La libertad de expresión, como todas las libertades tiene sus límites, aunque esto a muchos no les guste e incluso los escadalice, pero así es. Cada libertad acarrea ciertas obligaciones y deberes, por ellos somos seres racionales y civilizados. A muchos de esos individuos les gusta tomar una pose para intentar mostrarse con una actitud irrespetuosa ante la ley o la sociedad, sin importarles la ética o la moral, abusando de su propia libertad con un total menoscabo en contra de la de los demás.

Los seres humanos que vivimos en una comunidad o sociedad tenemos que respetar o obedecer ciertas normas o cánones de comportamiento, simplemente por el hecho de no estar solos, ya que nuestras acciones y palabras pueden afectar de una u otra manera a quienes nos rodean. Por lo tanto, estamos obligados por ley, o por simple honor, dignidad y decencia, a razonar de forma lógica lo que decimos y hacemos. No somos simples animales salvajes e inconscientes que solo ladran o balan simplemente porque pueden.

Es aquí donde muchos corroboramos el hecho de que “si nos ladran los perros, es señal de que avanzamos”, pues los timadores es lo que comienza a hacer cuando son expuestos y puestos en evidencia, se ponen a “ladrar”, o en otras palabras, se ponen a pronunciar más falacias con tal de seguir vociferando sus fraudes, ya sean de índole político, religioso, ideológico o mercadotécnico.

Por eso ese tipo de gente cuida tanto a sus seguidores (“borregos”), pues solo hacen lo que ellos digan sin ser cuestionados, y a final de cuentas poder seguir abusando de ellos y sacarles todo el provecho posible. Me vienen a la memoria, por ejemplo, todos esos políticos que se dicen “revolucionarios” pero que viven de los impuestos del pueblo sin hacer nada por ellos, o los “especialistas” que cuentan tantas mentiras en contra del consumo de leche, basándose en falsas “investigaciones” sin ningún fundamento científico que sea real.

La libertad de expresión en los humanos debe de pasar por un filtro muy importante, que el filósofo Sócrates describió con sus palabras: "Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, no merece ser conocido por nadie, sepultémoslo en el olvido". Y eso es lo más sano para todos. Si necesitas de una catarsis para echar fuera tus traumas o complejos, pues hazlo de una manera y en un lugar que no le moleste a nadie, pues nadie tiene porque aguantar tus caprichos por falta de madurez mental.

Y si lo haces en los medios o en las redes sociales, pues simplemente ten en cuenta que tal vez nadie te debe de impedir el poder decir tus patrañas o falsedades, pero sí se te puede castigar por haberlas dicho, y más si dañas a inocentes con ello, así de simple. Causa y efecto, algo sencillo, es tu decisión, la cual reflejará tu calidad humana, o el simple actuar de un animal irracional.

Recordemos que las libertades, derechos y obligaciones que tenemos los seres humanos no son más que convenios establecidos en común acuerdo para mantener una buena convivencia en comunidad, no es algo que se tenga por naturaleza al nacer, como algunos creen. Fueron creadas por humanos para funcionar como sociedad.

Si se quiere exigir “libertad de expresión”, o “internet libre” ahora que está tan de moda el tema, primero hay que exigir que todo lo que se publique, sea quien lo publique, que tenga veracidad y certeza, que no sean simples engaños y falsedades. Pero sobre todo, hay que comenzar por uno mismo, no mistificando o disinformando a los demás.

Así de simple, quien anuncie sin pruebas sustentables algún tipo de catástrofe o divulgue falsa información médica o pseudo-científica que ponga en riesgo la salud e integridad de inocentes, o que promueva ideas de odio que de alguna manera atente contra las libertades y dignidad de otros, debe de ser castigado.

https://twitter.com/belduque

1 comentario:

Centrofovar dijo...

La verdad que en cuanto al contenido de las últimas tres entradas no puedo estar más que totalmente de acuerdo.

Yo puedo llegar a sostener la necesidad de un análisis serio de ciertas prácticas rituales o del sentido de ciertas creencias, y en ese aspecto obviamente disentimos. Pero muy bien se refiere ud. a aquello que es liso y llano delito, que solo amerita análisis desde de la ética, y obviamente la psiquiatría y lo criminalístico.

Saludos!