10 abril 2012

A cazar trolls



“Estas acorralado, por un lado tienes la montaña, del otro lado un precipicio, por el otro una manada de orcos y por la otra a una orda de zombies; ¿qué deciden hacer?”... Estas palabras, que parecen sacadas de una película o novela de fantasía o terror, son una de tantas frases similares que se utilizan en los juegos de rol o RPG (role playing game), en donde confrontaciones entre seres de otros mundos son más comunes de lo que podrían imaginar algunos.

Lo interesante y curioso de estos juegos es que todo se desarrolla en el plano de la imaginación, pues todo se realiza por medio de la narración e interacción de hechos ficticios inventados por un “amo de juego” (game master) que es el encargado de plantear las distintas situaciones a los participantes en las “jugadas”, de las cuales, su efectividad, y las mismas características de los personajes de los jugadores, son determinados por una tirada de dados o cartas de juego.

Uno de buenas a primeras puede pensar que suena algo descabellado el que no hay tablero de juego, como en los juegos de mesa normales, pero en el campo de la imaginación, la creatividad, el ingenio y la estrategia son las herramientas principales para lograr cumplir todas las misiones y aventuras que se les encarga a los jugadores.

Hay algunos mitos sobre este tipo de juegos, como de que los participantes pueden
llegar a desarrollar algunos traumas, complejos o conductas psicóticas, pero esto se ha descartado con varios estudios y el paso de los años; los casos aislados que han surgido han sido porque el jugador ya padecía ese problema desde antes de iniciar con esos juegos. Por si fuese poco, incluso se han llegado a recomendar para tratar algunos problemas, como temor a la interacción con otras personas, y padecimientos similares.

Lo que sí se ha descubierto, es que este tipo de juegos alimenta en deseo de la lectura de los participantes, no solo de libros de ciencia ficción, sino también de historia y distintos tipos de literatura clásica e incluso científica, que para otros sería algo complicada de comprender. Esto debido a que quienes los practican, se enfrentan a todo tipo de situaciones, a las cuales tienen que enfrentar y buscar posibles soluciones, lo que va desarrollando ese ingenio para resolver problemas. Y no podemos dejar de lado el deseo de competencia que hay entre los mismos jugadores, por tratar de ser el mejor de la partida. Es como si pensaran que “el más culto, es el que más puede”; la inteligencia es la mejor “arma” en estos juegos, y en la realidad también así es.

Algunas personas han desarrollado cierto fanatismo por estos juegos, pero, afortunadamente, no es algo que represente un peligro, pero sí un problema, pues dejan de cumplir ciertas obligaciones con tal de no perderse una jugada de estas; algo nada extraño y que ocurre muy frecuentemente en otro tipo de actividades de entretenimiento, como en el futbol.

El misterio que envuelve a este tipo de juegos es en parte las variadas temáticas que utilizan, pues van desde ser simples caballeros medievales, vampiros, elfos, hombres lobos, hechiceros y hasta guerreros intergalácticos. Algunos se basan en leyendas antiguas mientras que otros en mitologías modernas inventadas por autores de novelas de fantasía y ficción. Pero no podemos dejar de lado toda la parafernalia que les rodea, algo que se ha convertido en toda una industria internacional.

En estos juegos se puede ver desde niños, adolescentes y hasta adultos participando en ellos por igual, ya que a final de cuentas, no son ellos quienes están en las campañas de batalla, sino sus personajes que interpretan para cumplir las tareas que tienen encomendadas. Pero lo que más se destaca en estos juegos, es que los individuos aprenden a colaborar en equipo para solucionar problemas y conflictos en el mundo imaginario en el que juegan, y que según varios autores, también se refleja en la vida real, ya que desarrollan mejores cualidades para trabajar en equipo y ser más organizados.

Es interesante ver como una actividad de simple entretenimiento llegó a desarrollar toda una infraestructura que gana terreno día con día. Los roleros, como ellos se llaman, no buscan grandes estadios donde gritar goles, solo necesitan una mesa y unas cuantas sillas, algo de música ambiental, y eso es suficiente para ellos.

Sí que si alguien le dice que va a ir a cazar trolls, posiblemente no se trate de esos que molestan por las redes sociales, sino de un ser imaginario, al que hay que ir a cazar con mucho ingenio.

Fuente: http://info7.mx/editorial.php?id=2104

1 comentario:

Anónimo dijo...

Participe en mucho de ellos cuando era mas joven, y de verdad ayudan bastante a desarollar la imaginacion..por supuesto siguiendo tu blog