02 febrero 2010

Insólito pero cierto


No lo podemos negar, el ser humano ha tenido un gran desarrollo científico y tecnológico en esta última década. El salto en el conocimiento ha sido en gran medida ayudado por la necesidad imperante de conocer y tener más dominio del mundo que nos rodea. Incluso gracias a esto el ser humano ya no es un ser que se limita caminar por la superficie de nuestro planeta, sino que ya navegamos en el espacio.
Hace algunas décadas, los viajes espaciales eran algo muy limitado a ciertos países “desarrollados”; hoy en día son muchas las naciones que cuentan con modernas instalaciones de investigación espacial, y algunas son mucho más progresistas en cuanto a tecnología espacial que esos países que iniciaron la carrera en el espacio. Incluso en México, ya está por iniciar funciones la Agencia Espacial Mexicana (AEXA) que promete ser uno de los proyectos más inovadores y propositivos de la última década.

Desde que existe el ser humano en nuestro planeta, no hemos dejado de mirar al cielo, al principio para conocer sus condiciones meteorológicas, mirar a las estrellas y hasta para buscar consuelo divino. Hoy los humanos ven más allá del cielo, ahora miran en la inmensa profundidad del universo, ya no solo para admirar la belleza de los astros, sino para estudiarlos e investigarlos, y más recientemente para buscar vida en ellos. La posibilidad de que exista vida extraterrestre es algo que desde hace décadas ha intrigado a la ciencia, quien no descarta esta posibilidad, y que incluso, cada día la apoya más.

La posibilidad de que nosotros podamos viajar a otros planetas y establecernos ahí como civilización pareciera tema de película de ciencia ficción, pero cada día esa ficción se hace una posibilidad mucho más real gracias al avance de la ciencia. Igualmente, la posibilidad de que nos encontremos algo, o al alguien, allá en el espacio ya no suena tan imposible como se pensaba antes. La naturaleza nos ha dado muestras de que la vida se puede desarrollar en formas mucho muy distintas a las que conocemos normalmente. La astrobiología cada día nos da más posibilidades de que encontremos algo por ahí en el espacio, que nos de la respuesta positiva a la antigua pregunta de que no estamos solos en el universo. Pero mientras tanto no hay que apresurarnos con falsas especulaciones basadas en avistamientos de ovnis en varias partes del mundo, que por más impresionantes que sean, no dan ningún indicio claro de que sean de origen extraterrestre, aunque a algunos se les hace fácil tomar esta posibilidad como la más factible, pero desgraciadamente algunos optan por esta posibilidad por simples cuestiones emotivas, no precisamente por su sustentabilidad. Pero lo más lamentables es cuando toman esta posibilidad con tal de llamar la atención de las personas y así generar espectación en ellas, aunque al mismo tiempo se les esté llevando a caer en un engaño.

Los recientes descubrimientos de agua en el espacio y nuevos exoplanetas dan más posibilidades para que la existencia de vida extraterrestre sea una realidad, pero aún no se ha dado con nada concreto. Lo más que se ha obtenido son fósiles de microbios en rocas del planeta Marte, pero estos dan muchas esperanzas a los científicos que día a día escudriñan el espacio en busca de algún tipo de seres vivos, aunque no es seguro que lo primero que se encuentre sea seres inteligentes, eso sería más que excelente.

De encontrarse alguna forma de vida, los científicos han calculado que lo más probable es que sería algún tipo de miroorganismo; pero si se diera el contacto con alguna civilización extraterrestre, ese contacto no sería como se menciona en las películas de ciencia ficción, en donde la nave se posa sobre una ciudad. Lo más probable, según los estudiosos, es que el encuentro se de en el espacio, ya sea que nos topemos con alguna antigua y perdida sonda espacial de “ellos”, como las muchas nuestras que vagan por el espacio, o ya en un caso muy especial, un encuentro de naves viajeras.

Pero según los científicos falta todavía muchos años para que eso se de, según algunos 25 o 30 asños, pero para otros, gracias al gran avance tecnológico que hemos tenido, posiblemente en unos 10 años podamos encontrar los primeros signos de vida en el universo.

Las posibilidades no son pocas, no hay que perder la esperanza de viajar y encontrar esa respuesta, pues así como el ser humano cruzó el océano y crear nuevas civilizaciones, así también podrá surcar el basto universo para seguir su conquista por hacer del universo su hogar.

Fuente: http://www.info7.com.mx/editorial.php?id=1112&secc=

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