En el mundo del misterio hay cosas buenas, malas y vergonzosas.
Desde hace muchos años las personas se han acercado a los temas de misterio por distintas razones, algunos por simple curiosidad, otros porque les interesa realmente conocer que es lo que ocurre con esos fenómenos, otros por casualidad o curiosidad, y otros por ganas de destacar en algo o buscar "poder" en lo oculto.
En fin, la verdad hay muchas razones para acercarse a los temas de misterio, pero cuando uno ya esta dentro de esta penumbra que a veces se ilumina y llega a tener un sentido lógico, tangible, verificable y con trazos de realidad indiscutible, nunca falta el que todo lo quiere regresar a la penumbra de lo desconocido, lo multidimensional o ultradimensional, lo etéreo, lo abstracto, lo anormal, lo místico, espiritual e intangible.
Dejando a un lado a los escépticos incultos que solo "no creen por no creer, o porque no comprenden" pero que siempre ahí están opinando y exigiendo ser escuchados a pesar de que ellos mismos nunca escuchan, están los que son llamados de manera descalificadora "crédulos" o "magufos" por estos mismo escépticos. Pero tal vez algunos de ellos, en ambos bandos, sí se merecen esos adjetivos.
Un "crédulo" es simplemente toda aquella persona que cree en la posibilidad de lo comúnmente denominado como paranormal; aunque, a veces pienso que, debería de dejar de ser clasificado así por la regularidad con la que ciertos fenómenos se dan. No todos los "investigadores" investigan estos fenómenos anómalos, ni todos están lo suficientemente preparados para realizar estos estudios, análisis de pruebas o exploraciones de campo en donde suceden dichos fenómenos; pero todos los consideran, en cierta manera, como una parte de la realidad de nuestro mundo.
Entre los crédulos y los escépticos, en un punto medio, están los escépticos propositivos, también llamados "crédulos moderados", que aunque no creen en todo lo que tenga apariencia de paranormal, sí aceptan la posibilidad de que la verdad sobre ciertos fenómenos está dentro de lo clasificado como anómalo. Ellos ven de una manera analítica, imparcial y sin obsesiones al mundo del misterio como una realidad más de nuestro mundo, pero no por encima de nuestro mundo.
Pero hablar de los que se ganan a pulso el apodo de "magufos"... eso sí es lastimoso para el mismo mundo del misterio. Personas que en lugar de buscar alguna explicación posible a los fenómenos paranormales, de cualquier índole, se dedican a poner más neblina en al camino de los que buscan verdades y no solo "mensajes bonitos".
Dentro de los auténticos "magufos" podríamos poner a aquellos que sin meditarlo y ni pensarlo aceptan y creen cualquier teoría o hipótesis que indique que "hay una realidad alterna a la nuestra". Estos, por poner un ejemplo, son aquellos que piensan y profesan que todos los ovnis son naves extraterrestres, y además, sin tener ninguna prueba real, aseguran que los extraterrestres son seres superiores a la raza humana.
Están los que todo lo quieren ver como algo místico, etéreo o espiritual, y que el estudio de estos fenómenos nos llevará a un "desarrollo de nuestras otras habilidades" para sí alcanzar la "iluminación" o la "ascensión a niveles superiores de entendimiento" y así poder entrar en la "Nueva Era de Acuario" y cosas así, y que lo hacen de la mano de mensajes "canalizados" por presuntos "contactados" con "entidades superiores" de dudosas intenciones y honorabilidad, pues se la pasan hablando de muchas cosas, crecimiento mental, desarrollo espiritual, finales del mundo, etc. Pero en realidad no dicen nada relevante o que no haya sido dicho por alguien antes, con más o menos las mismas palabras, pero menos revuelto el mensaje.
Grupos "místicos", "mesiánicos" y de "contactísmo" son parte de ellos, que como los cangrejos, en lugar de avanzar, solamente caminan hacia los lados. No les interesa buscar respuestas concretas, solo les interesa sentirse bien consigo mismos según sus gustos e intereses personales, sin interesarles la comunidad ni la sociedad en que viven, aunque lo que estén viviendo sea una panacea para aminorar sus problemas personales. Pero además, en muchos casos, se dedican a explotar y manipular personas de distintas maneras nada deseables. Como dijo el investigador Angel Rodríguez miembro de GEIFO: "Que Dios nos libre de mecías y místicos".
Existen otros que son los que se dedican a manipular información, testimonios y pruebas con tal de ganar fama y dinero a como de lugar. Estos son los "investigadores de teatro" y/o "investigadores de televisión", que con tal de tener la atención del público, realizan cuanta proeza se pueda realizar con efectos especiales dentro de un vídeo, o manipulando información y testimonios de los presuntos testigos de fenómenos anómalos. No hay que confundirlos con los auténticos investigadores que sí investigan y que sí analizan casos, explicando lo que realizan y que exponen los resultados obtenidos de sus investigaciones, los que colaboran con la divulgación y la desmitificación de los misterios, trabajando en equipo. Ellos sí son reales investigadores.
Los "investigadores de teatro" solo dicen "yo fui", "yo entrevisté", "yo grabé", etc. Ellos lo único que hacen es confundir, desinformar y entretener a las personas con casos de dudosa veracidad pero impresionantes mediaticamente hablando. No ayudan, pero como llaman mucho la atención de las personas, y ganan bien, siguen con su misma fórmula. No es malo tener ganancias en el mundo del misterio, es malo tener ganancias siendo un farsante.
Pero también hay otros, son los que ni inventan casos ni falsean testimonios, únicamente copian los trabajos de otros y les ponen sus nombres. A veces mandan traducir los textos a distintos idiomas, pero ni se toman la molestia de cambiar las redacciones, y no ponen los créditos de los autores originales, ni mencionan la fuente de información de donde sacaron esos datos que muestran como suyos. Ellos se levantan el cuello con el trabajo de otros.
Y habiendo tantos contras en el mundo del misterio ¿por qué sí vale la pena sumergirse en él? Por la simple razón de buscar la verdad en todos esos fenómenos que lo rodean, por buscar respuestas a esas incógnitas que, en algunos casos, estancan el pensamiento y el desarrollo de las personas. Por ser mejores humanos, por la búsqueda del crudo y aparentemente inalcanzable conocimiento de la realidad, y por que solucionando todas esas dudas dejaremos de ser entes rodeados de penumbras en el saber de nuestro mundo, que a pesar de que tenemos siglos viviendo aquí y estudiándolo, todavía no conocemos la frontera final entre el mundo misterio y la evidente realidad que nos rodea.
Tal vez cometamos errores en ese camino en búsqueda de la verdad, pero si los corregimos daremos un paso más para solucionar esos misterios.
Sigamos en la búsqueda.
Desde hace muchos años las personas se han acercado a los temas de misterio por distintas razones, algunos por simple curiosidad, otros porque les interesa realmente conocer que es lo que ocurre con esos fenómenos, otros por casualidad o curiosidad, y otros por ganas de destacar en algo o buscar "poder" en lo oculto.
En fin, la verdad hay muchas razones para acercarse a los temas de misterio, pero cuando uno ya esta dentro de esta penumbra que a veces se ilumina y llega a tener un sentido lógico, tangible, verificable y con trazos de realidad indiscutible, nunca falta el que todo lo quiere regresar a la penumbra de lo desconocido, lo multidimensional o ultradimensional, lo etéreo, lo abstracto, lo anormal, lo místico, espiritual e intangible.
Dejando a un lado a los escépticos incultos que solo "no creen por no creer, o porque no comprenden" pero que siempre ahí están opinando y exigiendo ser escuchados a pesar de que ellos mismos nunca escuchan, están los que son llamados de manera descalificadora "crédulos" o "magufos" por estos mismo escépticos. Pero tal vez algunos de ellos, en ambos bandos, sí se merecen esos adjetivos.
Un "crédulo" es simplemente toda aquella persona que cree en la posibilidad de lo comúnmente denominado como paranormal; aunque, a veces pienso que, debería de dejar de ser clasificado así por la regularidad con la que ciertos fenómenos se dan. No todos los "investigadores" investigan estos fenómenos anómalos, ni todos están lo suficientemente preparados para realizar estos estudios, análisis de pruebas o exploraciones de campo en donde suceden dichos fenómenos; pero todos los consideran, en cierta manera, como una parte de la realidad de nuestro mundo.
Entre los crédulos y los escépticos, en un punto medio, están los escépticos propositivos, también llamados "crédulos moderados", que aunque no creen en todo lo que tenga apariencia de paranormal, sí aceptan la posibilidad de que la verdad sobre ciertos fenómenos está dentro de lo clasificado como anómalo. Ellos ven de una manera analítica, imparcial y sin obsesiones al mundo del misterio como una realidad más de nuestro mundo, pero no por encima de nuestro mundo.
Pero hablar de los que se ganan a pulso el apodo de "magufos"... eso sí es lastimoso para el mismo mundo del misterio. Personas que en lugar de buscar alguna explicación posible a los fenómenos paranormales, de cualquier índole, se dedican a poner más neblina en al camino de los que buscan verdades y no solo "mensajes bonitos".
Dentro de los auténticos "magufos" podríamos poner a aquellos que sin meditarlo y ni pensarlo aceptan y creen cualquier teoría o hipótesis que indique que "hay una realidad alterna a la nuestra". Estos, por poner un ejemplo, son aquellos que piensan y profesan que todos los ovnis son naves extraterrestres, y además, sin tener ninguna prueba real, aseguran que los extraterrestres son seres superiores a la raza humana.
Están los que todo lo quieren ver como algo místico, etéreo o espiritual, y que el estudio de estos fenómenos nos llevará a un "desarrollo de nuestras otras habilidades" para sí alcanzar la "iluminación" o la "ascensión a niveles superiores de entendimiento" y así poder entrar en la "Nueva Era de Acuario" y cosas así, y que lo hacen de la mano de mensajes "canalizados" por presuntos "contactados" con "entidades superiores" de dudosas intenciones y honorabilidad, pues se la pasan hablando de muchas cosas, crecimiento mental, desarrollo espiritual, finales del mundo, etc. Pero en realidad no dicen nada relevante o que no haya sido dicho por alguien antes, con más o menos las mismas palabras, pero menos revuelto el mensaje.
Grupos "místicos", "mesiánicos" y de "contactísmo" son parte de ellos, que como los cangrejos, en lugar de avanzar, solamente caminan hacia los lados. No les interesa buscar respuestas concretas, solo les interesa sentirse bien consigo mismos según sus gustos e intereses personales, sin interesarles la comunidad ni la sociedad en que viven, aunque lo que estén viviendo sea una panacea para aminorar sus problemas personales. Pero además, en muchos casos, se dedican a explotar y manipular personas de distintas maneras nada deseables. Como dijo el investigador Angel Rodríguez miembro de GEIFO: "Que Dios nos libre de mecías y místicos".
Existen otros que son los que se dedican a manipular información, testimonios y pruebas con tal de ganar fama y dinero a como de lugar. Estos son los "investigadores de teatro" y/o "investigadores de televisión", que con tal de tener la atención del público, realizan cuanta proeza se pueda realizar con efectos especiales dentro de un vídeo, o manipulando información y testimonios de los presuntos testigos de fenómenos anómalos. No hay que confundirlos con los auténticos investigadores que sí investigan y que sí analizan casos, explicando lo que realizan y que exponen los resultados obtenidos de sus investigaciones, los que colaboran con la divulgación y la desmitificación de los misterios, trabajando en equipo. Ellos sí son reales investigadores.
Los "investigadores de teatro" solo dicen "yo fui", "yo entrevisté", "yo grabé", etc. Ellos lo único que hacen es confundir, desinformar y entretener a las personas con casos de dudosa veracidad pero impresionantes mediaticamente hablando. No ayudan, pero como llaman mucho la atención de las personas, y ganan bien, siguen con su misma fórmula. No es malo tener ganancias en el mundo del misterio, es malo tener ganancias siendo un farsante.
Pero también hay otros, son los que ni inventan casos ni falsean testimonios, únicamente copian los trabajos de otros y les ponen sus nombres. A veces mandan traducir los textos a distintos idiomas, pero ni se toman la molestia de cambiar las redacciones, y no ponen los créditos de los autores originales, ni mencionan la fuente de información de donde sacaron esos datos que muestran como suyos. Ellos se levantan el cuello con el trabajo de otros.
Y habiendo tantos contras en el mundo del misterio ¿por qué sí vale la pena sumergirse en él? Por la simple razón de buscar la verdad en todos esos fenómenos que lo rodean, por buscar respuestas a esas incógnitas que, en algunos casos, estancan el pensamiento y el desarrollo de las personas. Por ser mejores humanos, por la búsqueda del crudo y aparentemente inalcanzable conocimiento de la realidad, y por que solucionando todas esas dudas dejaremos de ser entes rodeados de penumbras en el saber de nuestro mundo, que a pesar de que tenemos siglos viviendo aquí y estudiándolo, todavía no conocemos la frontera final entre el mundo misterio y la evidente realidad que nos rodea.
Tal vez cometamos errores en ese camino en búsqueda de la verdad, pero si los corregimos daremos un paso más para solucionar esos misterios.
Sigamos en la búsqueda.
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