01 abril 2008

El cáncer de la ufología: los ufólatras y los ufófilos (2a parte).




Tanto ufólatras y ufófilos son sus mismos verdugos (por llamarle de alguna manera), ya que ellos mismos se terminan por hundir en un mar de fantasias y mentiras inventadas para justificar sus ideologías y conductas.
Ellos son los principales obstáculos para que el fenómeno ovni sea tomado en serio tanto las autoridades científicas, académicas y gubernamentales quienes en más de una ocasión han aceptado al fenómeno ovni como un hecho real; pero el fanatismo y el radicalismo con que se desenvuelven algunos ufólatras y ufófilos hace que todo visto de aceptación y colaboración retroceda, y algo clásico en ellos es que atacan acusando de participar en el "ocultamiento de la verdad". Como dijo el investigador del fenómeno ovni Leopoldo Zambrano: "ellos buscan su verdad, no la verdad".
Para muchos de ellos los círculos de las cosechas o agroramas son la máxima prueba de la presencia extraterrestre en el planeta, pero investigaciones serias y objetivas como la realizada por Damián Minaya, director del GIFOE y miembro de la OMIFO, quien descubrió, para molestia de muchos pseudoinvestigadores, que alrededor del 80% de los círculos de las cosechas o agroramas tienen un origen totalmente terrestre y natural, y que va desde grupos organizados dedicados a fabricar enormes figuras geometricas de gran complejidad, y en algunos casos hechos bajo pedido propio de "investigadores", hasta anomalías geológicas y atmosféricas, pasando también por algunas enfermedades que pueden afectar a las plantas.
Esta investigación echo por tierra lo que decían algunos de que eran "mensajes del espacio". Y ese pequeño 20% restante que amerita una investigación más profunda, ya esta bajo estudio.
Los ufólatras y los ufófilos son la principal razón de que en varios países se mantenga el tema ovni semi-oculto por parte de las autoridades gubernamentales, ya que de caer en manos equivocadas esta información existe la gran posibilidad de que se generen grandes oleadas de verdadera desinformación y confusión entre la comunidad, lo cual podría desencadenar en varios incidentes de muy lamentable fin.
Cuando un ufólatra o un ufófilo pregunta "¿Por qué los gobiernos ocultan lo que saben sobre los ovnis?", una respuesta muy posible y realista es: Porque saben que ellos harán el peor uso de esa información. Afortunadamente en algunos países se han creado comisiones en las que colaboran tanto investigadores como personal de gobierno, en donde gracias a la objetividad y seriedad con que se a tratado el tema, se ha logrado la desclasificación y desmitificación del varios casos.
Es bien sabido que los ufófilos no realizan ningún tipo de estudio, análisis o investigación sobe el fenómeno, únicamente contemplan y coleccionan con gran veneración todo lo relacionado con el tema. Estorban mucho más que ayudar a desmitificar y resolver el fenómeno, pues ellos son los principales impulsores de que esto se mantenga con apariencia de algo fantástico y metahumano, y que sólo merece ser contemplado y admirado. Están totalmente equivocados.
El fenómeno ovni es un hecho real, al grado de ser aceptado por múltiples instituciones como tal, pero tildarlo sin razón alguna de tener un origen extraterrestre es absolutamente negativo para la seria y objetiva investigación. Ellos alegarán cientos de pruebas parciales y argumentos tendenciosos sin veracidad, pero siempre toparan contra la realidad: hasta la fecha no existe una prueba 100% real y verificable de que un ovni sea algún tipo de nave extraterrestre.
Y por si fuese poco, muchos de los presuntos contactos con supuestas entidades extraterrestres se ha podido demostrar que son fraudes o simples alucinaciones de los presuntos testigos. Únicamente un muy pequeño número cabe dentro de las posibles casos reales, pero por falta de pruebas verificables, desgraciadamente, siguen dentro del campo especulativo.
En el mundo existen varias agrupaciones formales de investigación del fenómeno ovni que, incluso, colaboran con ellas personal de dependencias gubernamentales y científicas de alto nivel, lo único que falta es que les demos más espacio para que realicen bien su trabajo y dejemos de atiborrarlos de parafernalia sin nada de verdad y casos fraudulentos.
Así algún día el fenómeno ovnidejará de ser un mito, dejará de ser un misterio.

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