30 agosto 2024

El humano creó a su dios



Todas las mitologías religiosas dicen que un dios creó al ser humano, pero el estudio y análisis de la historia humana nos enseña que en realidad fue el ser humano quien creó a dios a su imagen y semejanza.

La creación de dioses por parte de los seres humanos ha sido un proceso complejo y variado a lo largo de toda la historia y se ha dado en todas las culturas. Hay varias razones que pueden explicar por qué los humanos han creado y adorado a tantos dioses en el pasado y en el presente. 

En primer lugar es que un dios es la “Explicación de lo desconocido”. Los antiguos dioses suelen ser una forma de explicar los fenómenos naturales, especialmente eventos “inexplicables” o incluso el origen del universo. Recordemos que antiguamente las tormentas, el Sol, la Luna y otros fenómenos naturales eran atribuidos a la acción de ciertos dioses específicos.

Aunque nadie lo puede negar, han servido para tener el control y dictar el orden social. Las religiones y sus dioses históricamente han servido para establecer normas morales y sociales dentro de las comunidades humanas. Incluso hoy en día algunas leyes y “valores morales” se basan en enseñanzas religiosas, aunque en muchos casos no se apegan a la realidad contemporánea.

 

Sin embargo, la creencia en un ser divino ofrece consuelo y esperanza en tiempos de dificultad, proporcionando la ilusión de que hay un propósito o un “plan superior” detrás de los eventos diarios de la vida. Muchas personas encuentran en la “fe” una vía para satisfacer su necesidad espiritual, y explorar preguntas existenciales sobre el propósito de la vida y la muerte. Aunque muchos ven esto en realidad como vacíos existenciales.

Para bien o para mal, las religiones han sido fundamentales en la formación de la identidad cultural de diferentes grupos étnicos. Estas creencias pueden fortalecer la cohesión social y ofrecer un sentido de pertenencia. Por eso los grupos político religiosos siempre son de ideología conservadora, para fomentan el fanatismo ideológico y aprovecharse de eso para imponer sus creencias como leyes.

La creación de dioses a lo largo de la existencia humana ha sido la respuesta a una variedad de temores, necesidades emocionales, sociales y existenciales a lo largo del tiempo. Por eso muchos señalan la frase de “La religión es el opio del pueblo”, pues se ha constatado que en muchos casos lo mantiene sometido y conforme con la mediocridad e incluso con la miseria.

El dios de cada culto tiene las virtudes y defectos que cada cultura necesitó en su momento, pues es el constructo de la imaginación humana que lo creó para soportar la soledad cósmica que algunos llegaron a padecer en el pasado, pero esas ideas se institucionalizaron y siguen perdurando hasta nuestros días.

Nadie tiene la necesidad de creer nada, sólo quien padece vacíos existenciales necesita creer en algo que le de soporte mental a su vida. Quien desea creer en algo porque le da cierta satisfacción o placer es libre de hacerlo, pero no puede obligar a los demás a creer en sus ideas, pues todos tenemos que ser conscientes de que toda deidad es una creación humana.   


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