26 mayo 2021

No es lo mismo





La desinformación relacionada con temas de salud, tiene que estar penada por ley, no se debe permitir que promotores de una falsa "verdad" pongan en riesgo la salud pública con bulos y desinformación. Eso no es libertad de expresión, es desinformar. No es lo mismo. 

Igualmente, los mercaderes de la fe que lucran con los temores y la ignorancia de gente inocente y abrumada por sus problemas cotidianos, que buscan una salida milagrosa del caos que viven diariamente. Esos timadores no son dignos de ser llamados personas, pues dolosamente abusan de la desesperación de gente inculta que busca algún tipo de refugio o salvación en lo místico o espiritual.  

Como sabiamente dijo el filósofo francés Alphonse Louis Constant: "La fe no es más que una superstición y una locura si no tiene como base a la razón, y no se puede suponer lo que se ignora más que por analogía con lo que se sabe. Definir lo que no se sabe es una ignorancia presuntuosa; afirmar positivamente lo que se ignora es mentir". 

Hasta lo que no se ve puede ser medido y calculado, para ejemplo de ello, el aire, puede ser analizada químicamente su composición y densidad, a pesar de ser algo invisible. Los virus son “invisibles” a simple vista, pero se pueden detectar y analizar los síntomas y efectos que producen en los organismos.  

Todo lo que es real es dimensionable de alguna manera, hasta la mentira puede ser medida por la gravedad que conlleva su falsedad, pero lo que dice la mentira no se puede dimensionar, porque al intentar validarse se refutaría a si misma. Una de las máximas del cristianismo “la verdad los hará libres”, muchas veces es eludida por ellos mismos al defender una mentira en pos de su fe y creencias. 

No es los mismo utilizar la libertad de expresión para expresar algo que sí aporta algo de valor e importancia a las personas, que expresar ideas de odio, desinformación o estafar a los inocentes, definitivamente no es lo mismo.  

Hay quienes piensan que los programas de televisión y radio con contenido basura, merecen seguir existiendo porque generan mucho “rating”, pero la realidad es que esos medios de comunicación sólo echan más basura en las mentes de quienes serán víctimas, ellos mismos y sus hijos, en el futuro. 

En pleno siglo XXI siguen existiendo grupos que cosifican a las mujeres como si fueran objetos que se pueden vender o intercambiar, pues así se lo enseñaron sus tradiciones, su cultura y sus creencias. Todo aquello que es deplorable y que va en contra de los valores y virtudes humanas no merece prevalecer en la sociedad, pues sólo engendra injusticias y corrupción. La mujer no es una máquina de tener hijos, mucho menos una esclava del hogar. 

Como dice la psicóloga y periodista dominicana Glenys Álvarez "La destrucción de tradiciones nos ayuda a avanzar. En estos tiempos, muchos padres han roto la cadena y crían a sus hijos sin religiones. Eso es liberarlos desde pequeños de monstruosas fantasías vendidas como reales y aceptadas como tal por miles de millones de personas".

El nacionalismo también ha sido esa gran mentira que nos han vendido para mantenernos divididos por barreras imaginarias cuando lo que este mundo necesita es una sociedad global unida en paz y armonía. Que mientas existan esas ideas separatistas, no se podrá dar. 

¿Ahora comprenden que no es lo mismo aportar algo virtuoso, que generar algo astroso? 

Que tengas una muy bella y desmitificante noche. 

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