20 noviembre 2013

Epístola a los comunicólogos


“El auténtico poder solo se demuestra ayudando a los demás a crecer”.

Estimados compañeros:
Antes de comenzar me gustaría plantear el siguiente cuestionamiento, ¿por qué estudiamos comunicación? ¿Por qué no otra carrera?

Siendo médicos salvaríamos vidas; como abogados haríamos cumplir las leyes; siendo policías velaríamos por la seguridad de los demás y de nuestros seres queridos; como científicos investigaríamos en las distintas ramas del saber humano y contribuiríamos con el desarrollo de nuevas tecnologías; y es más, siendo políticos podríamos obtener algún puesto encumbrado.

Pero no, quisimos ser comunicólogos, estudiosos de la comunicación. Pero que lastima me dan aquellos que escogieron esta carrera pensando que es una carrera sencilla en la cual no se esfuerza uno, que la escogieron porque querían algo fácil, o porque no sabían que estudiar y pensaron que la comunicación era nada más salir en la televisión o hablar en la radio.

Me causan, hasta cierto punto, un poco de simpatía los que estudian comunicación únicamente pensando en llegar a ser unos simples gerentes o directores de una empresa. Buen objetivo, pero no lo suficiente.
Los que verdaderamente me enorgullecen son aquellos que entraron al mundo de la comunicación con el fin de ser líderes y no simples jefes. Los jefes se limitan a dar ordenes y a supervisar lo exigido, pero no siempre les interesa ser mejores; en cambio a los líderes sí les interesa el desarrollo.

Nosotros los que hemos escogido el difícil camino de la comunicación, debemos de estar conscientes de que representa mucho más que el simple proceso de emitir y recibir un mensaje; pues de ese mensaje pueden depender miles de cosas. Qué tan importante y poderosa no será la comunicación, que por medio de ella se puede dar inicio a las más bellas de las expresiones artísticas y que haga fluir del alma humana los más puros sentimientos, o incluso salvar una vida. Pero de la misma manera, por medio de la comunicación, se puede generar el odio más desenfrenado entre las masas, generando el deseo de destrucción entre los semejantes por insignificantes diferencias de pensamiento, llegando a desencadenar el más horroroso de los holocaustos.

Pero ¿cuál es el fin de nuestra carrera? No es solo el estudio de la comunicación, ya que así como es una ciencia, es también un arte, por lo mismo es perfeccionable, y eso nos obliga a ser perfeccionistas con nosotros mismos.

Como comunicólogos tenemos que estar conscientes de la enorme responsabilidad que recae sobre nosotros, pues de nosotros depende el efecto que provocará un mensaje en la multitud o en una sola persona. Y claro debe estar en nosotros el hecho de que el efecto que debemos buscar es el del crecimiento personal de todo aquel que nos ponga atención, pues debemos de ser, por añadidura, desarrolladores del conocimiento y de la cultura; pues hay que recordar que si la humanidad ha llegado a ser lo grandiosa que es, es por medio de la transmisión del conocimiento de los nuevos descubrimientos que ha hecho el ser humano durante su existencia.

¿Quién es más poderoso, el que tiene el poder o el que lo utiliza para el crecimiento de los que lo rodean? Los seres humanos existimos para crecer y desarrollarnos en todos los aspectos de la vida, y para todo ello nos tenemos que comunicar. Comunicamos pensamientos y sentimientos, los cuales son un reflejo de nosotros, pero además del simple hecho de ser transmitidos, deben de llevar intrínsecos en ellos el deseo de beneficiar, en algo, a quien lo recibe.

Nosotros estamos designados a ser líderes, no simples jefes; debemos de ser facilitadores del progreso humano y no simples críticos del acontecer diario, que solo opinan pero que su actitud es la misma que las de las rocas, sólo ver pasar el tiempo sin hacer nada, y estorbar.

Podemos, y debemos, ser los conductores del desarrollo humano y de la sociedad, creciendo en conocimiento, enalteciendo nuestros valores y siguiendo hacia adelante, con la firme idea de superar todo lo que se nos presente, pues eso será una prueba fidedigna de la capacidad que tenemos para ser más y mejores día con día.

La comunicación es solo la herramienta, tú eres el constructor del futuro.

Fuente: http://www.info7.mx/editorial.php?id=4125

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